sábado, 17 de noviembre de 2018

El mundo, como realmente es...

Lo estás viendo todo del revés, te basas en la idea de este mundo tal como la gente dice que es, en lugar de mirarlo como realmente es. En este mundo ningún hombre tiene derecho alguno, salvo los derechos que logra agarrar y a los que se aferra. Y, por lo general, la única forma que tiene de conseguirlos es arrebatándoselos a alguien. Y no me preguntes por qué, lo único que sé es que es así. Y si un hombre quiere retener algo, tiene que tener eso en cuenta. Tiene que fijarse en como las demás personas consiguen y retienen lo que poseen, y tiene que aprender a obrar de ese modo también. La mejor manera, la que la gente emplea más, es la política. Traban amistad con alguien que tiene la influencia que necesitan, y usan esa influencia. Eso es lo que hice yo. Estaba en tan mala situación como tu aquí. Pero no me fui hasta que supe a donde iba. Estaba mal, hijo, mal. Pero me quedé. Me quedé hasta que tuve la plena seguridad de que cambiaba eso por algo mejor. ¿Te das cuenta?



Maylon Stark
De aquí a la eternidad

lunes, 26 de junio de 2017

Del valor

Sólo el cobarde se enfrenta a quién sabe más débil que él, porque la victoria jamás le ennoblecerá. Y sólo el estúpido lucha por su igual, porque en ese caso tan sólo un golpe de suerte decidirá la batalla. El imohag, el auténtico guerrero de mi raza, debe enfrentarse siempre a quién sabe más poderoso, porque si la victoria le sonríe, su esfuerzo se verá mil veces compensado y podrá seguir su camino orgulloso de sí mismo.



Gacel Sayah
Tuareg

Chihuahua

Chihuahua tiene buen vino,
y tiene mejor mezcal,
y casas de lenocinio,
detrás de la catedral.

Desconocida está Chihuahua, y es que el progreso llega a todas partes.



Melquíades Segura
El bandido adolescente

viernes, 23 de junio de 2017

De la violencia

"El mundo es uno, y una es la vida. La actividad más dulce participa en alguna medida de la violencia; por ejemplo, el acto amoroso o la música."



Dr. Brodsky
La naranja mecánica

lunes, 20 de enero de 2014

Yong Ho Ji

Un verdadero artista plástico. Para ver más de su trabajo, DAR CLICK AQUÍ




Del matrimonio

Cuando nos casamos, trajimos al matrimonio todo lo que había hecho nacer este amor. Pero también trajimos nuestra infancia, nuestros demonios, nuestras debilidades. Las cosas que pueden destruir cualquier matrimonio si se las deja que florezcan.

Una mujer le pide a su marido ciertos derechos, ciertas conseciones, ciertas igualdades. Cuando una mujer consigue todo eso... ya no es mujer.

El hombre raras veces tiene a la mujer que necesita... si no a la que ha encontrado. Hay algunas que no saben adaptarse a lo que necesita su marido. Hay unas cuantas que saben y quieren. Pero el mayor número, y éstas son las peores, lo componen las que no quieren.

Gastamos nuestras energías levantando barreras, sin atrevernos a examinar nuestro propio interior, pero sólo para justificar nuestra ineptitud.

Como la mayoría de las mujeres, fuí al matrimonio preguntando: "¿Qué me reserva este estado? ¿Qué clase de vida me dará mi marido?" Nunca me pregunté de verdad: "¿Qué puedo hacer yo por el?"

Y de este modo resulta que guisamos las comidas, por que es preciso guisarlas. Pero no entramos en la cocina llenas de gozo por que lo que hacemos procurará felicidad a nuestros maridos. Guisamos para proteger nuestra situación, para conseguir un elogio o solamente para cumplir un deber.

Y cuando nos entregamos al marido, hacemos solamente lo necesario y lo que debemos por nuestras propias y egoístas razones. ¿Cuántas mujeres se entregan al marido por el placer que esto le causa a el?

Y sin embargo, únicamente a través de ese placer puede saber de verdad una mujer lo que es ser mujer.

Yo nunca lo he sabido, por que ser mujer es dar.


Nicole Devereaux
TOPAZ

De barcos y mujeres


Sé de hombres que gastaron cienmil libras contantes y sonantes por barcos diseñados por los mejores ingenieros navales, construidos en los mejores astilleros de Holanda o de Inglaterra, con el casco de acero, la cubierta de teca y todo tipo de cosas a bordo: radar, lavadoras eléctricas, aire acondicionado, piloto automático, y que maldijeron el día que el condenado trasto fué botado al agua, estuvieron dispuestos a venderlo por el precio de una caja de whisky, y no encontraron comprador.

La palabra razonable no ser emplea cuando se habla de barcos. Lo que es razonable para un hombre, es una completa locura para otro, si entiende lo que quiero decir. Por ejemplo: un hombre tiene un barquito que es una monería, que tal vez le ha costado veinte o treintamil libras, pero tal vez su mujer se marea continuamente, o sus negocios han ido mal este año y los acreedores le siguen la pista, o ha hecho mal tiempo para navegar, o ha bajado la bolsa y los comunistas parece que van a hacerse del poder en Francia o Italia, o que va a haber guerra, o que los inspectores del fisco le persiguen por alguna trapacería, quizá por que no declaró que había pagado el barco con dinero guardado a escondidas en un banco de Suiza. Por consiguiente, tiene prisa en desprenderse de el, y precisamente aquella semana, nadie quiere comprar barcos...

Los barcos son como las mujeres: algunas cuestan caras, otras, baratas. Pero el precio que pagas nada tiene que ver con la satisfacción que te producen.

Jennings
HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE